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Las Fundaciones y Asociaciones pertenecen a un sector no lucrativo con una casuística a veces difícil de abordar por su complejidad.
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Estas entidades prestan servicios a los ciudadanos, con una procedencia de fondos de donantes desinteresados y también del sector público, aunque cada vez menos.
La figura del voluntario tiene una especial relevancia en este tipo de entidades, donde gente sin ningún tipo de afán lucrativo dedica horas y recursos a luchar por lo que creen justo, siguiendo un deseo de prestar servicios a los conciudadanos y al país.
Los excedentes de sus actividades necesariamente deben reinvertir en la propia entidad, y los beneficiarios reciben los servicios casi siempre de manera gratuita.
El reconocimiento de Utilidad Pública ya es intrínseco a la forma jurídica de Fundación, y en el caso de las asociaciones se debe solicitar, siempre que se cumplan unos requisitos. Este reconocimiento, por parte de las administraciones públicas, permite disfrutar de ciertos beneficios, sobre todo de tipo fiscal.
La gestión financiera es muy importante en estas organizaciones. Se enmarca dentro de un presupuesto de actividades donde se dispone de unos ingresos que deberán ser capaces de pagar el gasto previsto para alcanzar el objetivo de la entidad. Por tanto, los ingresos son limitativos de los gastos a realizar. Esta gestión deberá ser especialmente acertada para poder desplegar la misión con cierta eficacia.
La legislación y reglamentación que afecta a Fundaciones y Asociaciones en Cataluña se regula con normas específicas que intentan lograr una mayor transparencia como consecuencia de la necesidad de responder de sus actuaciones, muy especialmente cuando el dinero que han utilizado lo ha donado el particular o a través de impuestos que éste paga a la administración, lo que permite subvencionar las mismas.
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